Cloudflare inició su andadura el 27 de septiembre de 2010. Esta semana cumplimos 12 años, y como es tradición, anunciaremos una serie de productos que consideramos nuestra aportación al ecosistema de Internet. En años anteriores, lanzamos productos e iniciativas como Universal SSL, Cloudflare Workers, nuestro Zero Markup Registrar, Bandwidth Alliance y R2, nuestro almacén de objetos sin tarifas de salida, que está disponible de forma general desde la semana pasada.
Estamos muy ilusionados con las novedades que anunciaremos este año y esperamos sorprender y deleitar a todos en el transcurso de la semana con productos y funciones que creemos que están a la altura de nuestra misión de ayudar a mejorar Internet.
Carta de los fundadores
Si bien anunciaremos nuevos productos en el marco de la semana de nuestro décimo segundo aniversario, en los dos últimos años, hemos aprovechado este momento, como cofundadores de la empresa, para escribir una carta en la que reflexionamos públicamente sobre el año anterior y lo que tenemos en mente de cara al año próximo.
Desde nuestro último cumpleaños, han transcurrido dos semestres de un año muy diferente. A finales de 2021 y en los dos primeros meses de 2022, los contagios por coronavirus estaban disminuyendo en todo el mundo, se estaban distribuyendo vacunas eficaces y el mundo parecía estar volviendo a una sensación de normalidad anterior a la pandemia.
Internamente, empezábamos a reunirnos de nuevo en persona con colegas y clientes. Habíamos superado el aumento sin precedentes del tráfico en nuestra red a raíz de la pandemia y, aunque el camino fue tortuoso, utilizamos los retos a los que nos enfrentamos durante ese tiempo para replantear nuestra arquitectura y conseguir que fuera más estable y fiable a largo plazo. Ambos nos sentíamos optimistas de cara al futuro.
La invasión rusa de Ucrania
Más tarde, el 24 de febrero, Rusia invadió Ucrania. Aunque fue una suerte que ningún miembro del equipo trabajara desde Rusia, Ucrania o Bielorrusia, muchos de nuestros empleados tienen familia en la región y lo único que separa seis de nuestras oficinas del frente de batalla es un viaje en tren. Observamos en tiempo real cómo cambiaban los patrones de tráfico de Internet en toda Ucrania, un inquietante reflejo de lo que estaba ocurriendo sobre el terreno mientras las ciudades eran bombardeadas y las familias huían.
Al mismo tiempo, Rusia redobló sus esfuerzos para censurar en Internet a todos los medios de comunicación internacionales. Aunque habíamos visto algunas restricciones de Internet en Rusia a lo largo de los años, los ciudadanos rusos siempre habían podido acceder libremente a casi cualquier recurso en línea. El aumento drástico de la censura supuso un cambio radical en la política y la primera vez que un país de cualquier escala intentaba pasar de una red de Internet generalmente abierta a una totalmente censurada.
Atisbo de esperanza
Sin embargo, aunque la guerra continúe, hay motivos que invitan al optimismo. A pesar del aumento significativo de la censura dentro de Rusia, del corte de las conexiones físicas con el resto del mundo en Ucrania, de los ciberataques contra infraestructura ucraniana y de que las fuerzas rusas reenruten activamente el protocolo de puerta de enlace de frontera (BGP) en las regiones invadidas, en general, Internet ha seguido funcionando. Como dijo una vez John Gilmore: "Internet ve la censura como un daño y la evita".
El sector privado y los gobiernos de todo el mundo se unieron para ayudar a Ucrania y neutralizar buena parte de los ciberataques rusos. Nuestro equipo prestó nuestros servicios de forma gratuita a organizaciones públicas, del ámbito financiero, medios de comunicación y de la sociedad civil que fueron objeto de ciberataques, garantizando su funcionamiento en línea. Cuando se cortaron las conexiones físicas de Internet en el país, nuestros equipos de red trabajaron para enrutar el tráfico a través de todas las vías posibles para garantizar que no solo pudieran llegar las noticias de fuera de Ucrania, sino que pudieran salir las imágenes y las noticias de la guerra, algo igualmente importante.
Esas imágenes y noticias de lo que está ocurriendo dentro de Ucrania siguen movilizando la ayuda hoy día. El Gobierno ucraniano sigue funcionando a pesar de los ataques cibernéticos fulminantes. Cada vez se oyen más voces dentro de Rusia que se oponen al régimen, y un elevado número de ciudadanos rusos de a pie, como nunca antes, recurren cada vez más a servicios como la aplicación 1.1.1.1 de Cloudflare para ver noticias sin censura.
Nuestros esfuerzos por garantizar el servicio de Internet en Rusia hicieron que el régimen de Putin sancionara oficialmente a uno de nosotros (Matthew), una señal que consideramos que estaba teniendo un impacto positivo. Hoy calculamos que aproximadamente el 5 % de todos los hogares del país siguen accediendo a Internet sin censura mediante nuestra aplicación 1.1.1.1, y esa cifra sigue creciendo.
El campo de batalla de Internet
Este no ha sido el primer año en el que Internet se ha convertido en un campo de batalla, pero para nosotros, sí parece un punto de inflexión. En los últimos doce meses, hemos observado que más países han cerrado el acceso a Internet que en años anteriores. A veces se trata simplemente de un intento erróneo e ineficaz para evitar que los estudiantes hagan trampas en los exámenes nacionales. Por desgracia, cada vez más, se trata de regímenes represivos que intentan imponer su control.
Mientras escribimos esto, el Gobierno iraní está intentando silenciar las protestas en el país mediante una amplia censura de Internet. Aunque algunos puedan sugerir que esta práctica es habitual, en realidad no lo es. Internet y el conjunto de noticias y opiniones que aporta han estado generalmente disponibles en lugares como Irán y Rusia, y no deberíamos aceptar que la censura total en ellos sea, de hecho, la situación actual.
Estos esfuerzos por gobernar Internet no se limitan, por desgracia, a Irán y Rusia. Incluso en los rincones liberales y democráticos de Europa Occidental, los incidentes en los que los tribunales ordenaron el bloqueo en la capa de la infraestructura, provocando un sobrebloqueo masivo, aumentaron drásticamente en el último año. Estos casos sentarán el peligroso precedente de que un solo tribunal de un solo país puede bloquear el acceso a amplias franjas de Internet.
Si bien a los austriacos les puede parecer bien que un tribunal austriaco aplique los valores austriacos para un asunto dentro de Austria, si los tribunales de cualquier país pueden bloquear contenidos en el nivel de la infraestructura central de Internet, incluso cuando se produzca el bloqueo de sitios no relacionados, tendrá un impacto global. E, inherentemente, abrirá la puerta para que Afganistán, Albania, Argelia, Andorra, Angola, Antigua, Argentina, Armenia, Australia y Azerbaiyán hagan lo propio. Y eso son solo los países que empiezan por la letra A. Si se mantienen estos precedentes, Internet corre el riesgo de caer en el mínimo común denominador de lo que es globalmente aceptable.
Una vieja amenaza para la innovación sin permiso
La magia de los primeros tiempos de Internet radicaba en que no necesitaba permisos. Cloudflare se fundó para contrarrestar una antigua y muy diferente amenaza a esa magia a la que nos enfrentamos hoy. Al principio de la historia de Cloudflare, nos preguntaban quiénes eran nuestros competidores. Nunca hemos pensado que la respuesta fuera Akamai o EdgeCast. Aunque, desde una perspectiva empresarial, siempre pensamos que nuestro negocio consistía en sustituir el amplio catálogo de hardware de Cisco por servicios escalables, esa transición parecía inevitable. En cambio, el competidor existencial al que nos enfrentábamos era una amenaza para la propia red de Internet sin permisos: Facebook.
Si al leer esto arqueas una ceja, debes saber que no eres el único. Era la reacción universal que obteníamos cada vez que decíamos eso en 2010, y sigue siendo la reacción universal a día de hoy. Pero siempre ha sido cierto. En 2010, cuando se presentó Cloudflare, era tan difícil estar en línea entre el spam, los hackers, los ataques DDoS, la fiabilidad y los problemas de rendimiento, que muchas personas, organizaciones y empresas renunciaron a la web y buscaron un espacio seguro en la red cerrada de Facebook.
Si los retos de estar en línea no se resolvían de alguna otra manera, existía un riesgo real de que Facebook se convirtiera, a efectos prácticos, en Internet. La magia de Internet consistía en que cualquiera con una idea podía ponerla en línea y, si tenía repercusión, prosperar sin tener que pasar por un controlador de acceso. Nos parecía mal que, si esas tendencias continuaban, tuvieras que obtener, en la práctica, el permiso de Facebook solo para estar en línea. Garantizar una red pública de Internet sin permisos fue en gran parte lo que nos motivó a crear Cloudflare.
Así que nos propusimos ayudar a resolver los problemas de los ciberataques, las interrupciones y otros problemas de rendimiento, asegurándonos de que la red de Internet en la que creíamos pudiera seguir prosperando. Desarrollamos una red global capaz de mitigar los mayores ataques DDoS con facilidad, y de hacer que cualquier recurso conectado a Internet fuera más rápido, seguro y fiable. Creamos herramientas para facilitar a los programadores el desarrollo y el mantenimiento de nuevas plataformas, con la capacidad de implementar código sin servidor en un instante en todo el mundo. Desarrollamos nuevas formas para que nuestros clientes protegieran sus sistemas internos de los ataques con servicios Zero Trust. Lo hicimos así para que resultara lo más accesible posible, esforzándonos constantemente por proporcionar herramientas accesibles no solo a las empresas de la lista Fortune 1000, sino también a las pequeñas empresas, organizaciones sin ánimo de lucro y desarrolladores con ideas sobre cómo desarrollar algo nuevo, creativo y bueno para el mundo.
No es diferente a la historia de otra empresa tecnológica disruptiva que empezó unos años antes que nosotros. Shopify lleva mucho tiempo siendo cliente de Cloudflare y utilizando varios de nuestros servicios, incluida nuestra plataforma para desarrolladores Workers. Su lema extraoficial "armar a los rebeldes" siempre nos ha resultado familiar.
En muchos sentidos, Shopify es para Amazon.com lo que Cloudflare es para Facebook. Los primeros proporcionan la infraestructura clave que necesitas para innovar y luego se quitan de en medio, mientras que los segundos desarrollan una red cerrada de la que, en última instancia, pueden obtener ingresos.
Una nueva esperanza
El hecho de que Shopify enmarque a sus clientes como los rebeldes que se enfrentan al imperio de Amazon es, por supuesto, una referencia a La Guerra de las Galaxias, por lo que no es de extrañar que a menudo hablemos internamente de las películas de La Guerra de las Galaxias como metáfora de la historia de Internet: el pasado, el presente y quizá el futuro.
La primera película, el Episodio IV, se tituló "Una nueva esperanza". El argumento de esa película se parece mucho a cómo el mundo percibió Internet durante los 40 años anteriores a 2016. Existía una cosa mágica llamada la Fuerza, y estaba controlada por unas personas increíbles llamadas Jedi. Solo que en lugar de la Fuerza era Internet y en lugar de Jedis eran programadores e ingenieros de redes.
Es fácil olvidar que es cosa de ciencia ficción no muy lejana que puedas tener un dispositivo en tu bolsillo que pueda acceder a la suma de todo el conocimiento humano. Y sin embargo, ahora hay más teléfonos inteligentes en uso activos que seres humanos en la Tierra. Ninguno de los dos nos sentimos tan mayores, pero ambos crecimos en una época en la que si tenías una opinión y querías hacerla llegar a un público amplio tenías que escribirla, enviarla como carta al editor y esperar que se publicara.
Hoy, en el mundo de Twitter y TikTok, eso es casi impensable. Internet hizo saltar todo eso por los aires, al igual que Luke hizo volar la Estrella de la Muerte, y no es fácil reflejar hasta qué punto eso alteró todas las fuentes tradicionales de poder y control.
El Imperio contraataca
Pero después del Episodio IV llegó el Episodio V: "El Imperio contraataca". Y no te equivoques, los centros de control tradicionales están trabajando duro para encontrar formas de controlar Internet. Aunque pensamos que el cambio se produjo en algún momento de 2016, parece que en 2022, el Imperio ha descubierto la base rebelde de Hoth y los AT-AT se están acercando.
El Episodio V es una película bastante tenebrosa. Alerta de spoiler para el pequeño porcentaje de vosotros que no la hayáis visto, pero el héroe se da cuenta de que su enemigo mortal es su padre, pierde la mano, encierran a su pícaro amigo en carbonita y la chica que le gusta es vendida como esclava a una babosa poco después de que declare su amor no por él, sino por el amigo a punto de ser encerrado en carbonita. Pero también es la mejor película porque hay mucho en juego.
Es mucho lo que está en juego en Internet, y creemos que es importante que nos comprometamos con las cuestiones tecnológicas y políticas difíciles. Los próximos años serán un reto conforme renovamos los protocolos heredados de Internet para que sean más privados y seguros por diseño, y puedan adaptarse así a lo que Internet ha llegado a ser. Lidiaremos con cuestiones políticas difíciles en torno al cumplimiento de las leyes y normas locales en una red que es inherentemente global. El equipo de Cloudflare viene a trabajar cada día consciente de los problemas y la importancia de lo que tenemos que ayudar a hacer para cumplir nuestra misión.
Ayudamos a mejorar Internet
Nuestra misión es ayudar a mejorar Internet, y estamos orgullosos de que más del 20 % de la web y el 30 % de las empresas de la lista Fortune 1000 confían en Cloudflare para conseguir rapidez, fiabilidad, seguridad, eficiencia y privacidad de todo lo que hagan en línea. A lo largo del año celebramos nuestras Innovation Weeks, normalmente dedicadas a nuevos productos que sacamos a la venta. Pero, durante nuestra Semana aniversario, contribuimos con productos e iniciativas que no están diseñados para generar ingresos, sino para mejorar las bases del funcionamiento de Internet.
Así, este año lanzaremos nuevos servicios y asociaciones para hacer más asequibles las prácticas recomendadas de seguridad y llevarlas más fácilmente a un mundo cada vez más móvil. Estamos ayudando a los desarrolladores a acceder a más recursos que necesitan para ofrecer la próxima generación de aplicaciones, y estamos lanzando alternativas de preservación de la privacidad a servicios ampliamente utilizados porque creemos que mejorar Internet supone ofrecer una privacidad más eficaz.
No estamos preparados para declarar que es hora de que los Ewoks empiecen a bailar, pero estamos orgullosos de nuestra labor de innovación constante y de la seriedad de nuestro equipo mientras atravesamos estos tiempos tan difíciles. Aunque la economía mundial sigue plagada de incertidumbre a medida que nos adentramos en el nuevo año, estamos seguros de que tenemos el plan y el equipo adecuados para lograr nuestros objetivos.
Queremos dar las gracias a nuestro equipo, clientes e inversores. Feliz 12.º aniversario a Cloudflare. Y, como siempre: esto es solo el comienzo.